Forjadas en las sendas
de tu vida siempre con
tu mirada activa eres
madre querida una luz
que irradia mi vida.
Con broches en tu alma
vives en un hermoso y
caluroso hogar eres tu
madre, siempre tú, como
agua cristalina que
endulzas la vida al
volar.
Son tus gratos momentos
los que encierran tanta
dulzura, como destellos
en el cielo, quisiera llevar
el eco de tu ternura.
Siempre tú, siempre tú,
madre que estremeces
mi esperanza, siempre
tú que alivias con tu voz
mi vida y toda mi confianza.