No Solo Judas

¡Cuán grande desilusión,
se sufre al ser traicionado
no tanto por uno mismo,
sino aquel que fue atrapado!

Lástima inmensa merecen
todos los que así han fallado
nunca podrán recobrar
la confianza que burlaron.

Como Judas Iscariote
hay muchos en esta tierra
se gozan en engañar
sin pensar lo que le espera.

No contaron con Aquél
que nada pasa por alto.
Si a tiempo no se arrepienten
enfrentarán el quebranto.

Solo una salida tienen
si es que a alguno le interesa
buscar el perdón de Dios
y rendirse sin reserva.

A los que contritos llegan
Dios se goza en perdonar;
a un corazón humillado
jamás El despreciará.

Si a alguien que en ti confiaba
sin razón has traicionado
y ahora sientes la miseria
cual Judas en el pasado,

piensa que Dios no se ha ido,
desde el cielo está esperando
que en sus brazos te refugies 
¡Con amor te está esperando!