Mayo es el mes de las flores
y en mi seno una prendió,
una mañana del doce
la duda se disipo.
Mi pequeño corazón,
ya palpitaba en mi vientre,
una cosa tan pequeña,
indefensa e inocente.
Yo me miré en el espejo,
con lágrimas en los ojos,
acaricie mi tripita,
mi pulso estaba nervioso.
Salí corriendo a la calle,
muy feliz y emocionada,
para contarle a mi novio,
lo que en mi interior llevaba.
Él se estremeció de miedo
al recibir la noticia,
y me dijo no te apures,
con una leve sonrisa.
Al rato me dijo, nena
ya tengo la solución,
un médico y una clínica,
yo pago la operación.
Cobarde, tu eres cobarde
reniegas de lo que es tuyo,
más no te apures, yo sola
lo criaré con orgullo.
Cobarde, tu eres cobarde
no quiero tener razón,
lo que pretendo es que nazca,
mi pequeño corazón.
Todo se puso en mí contra,
el mundo, el cielo y el día,
y a mi rostro consiguieron,
arrancarle la alegría.
Mayo es el mes de las flores,
y en mi seno una prendió,
pero el destino fue duro
y al final me lo quito.
Ahora me he quedado sola,
la pena vive en mi mente,
el recuerdo me atormenta,
pero he de mostrarme fuerte.
Tengo que hacerme la fuerte,
por qué así lo he prometido,
luchare por el recuerdo
de mi bebe tan querido.
Porque sé que en el recuerdo,
me estarás dando tu amor,
por ti lucharé en la vida,
mi pequeño corazón.