A Una Madre

Tú me miras, ya lo 
sabes tú me miras, 
ya lo sé me miras y 
la conexión está hecha
me miras y me siento 
bien.

Tú me anclas a la seguridad 
con tú mirada sólo siento el 
hueco de tú marcha forzada.

La paz de tú mirada escaneando 
mi estado tú ausencia me incomoda, 
pienso y me entristece.

No quiero dejar de recordarte, 
no puedo olvidarte.

Me gustaría en mis pensamientos t
enerte presente y que mis ojos no 
se entumeciesen.

Toda una vida dedicada a un 
esfuerzo sin recompensa, tus 
hijos son tu vida, tus hijos tu 
alegría.

Gracias por tu esfuerzo,
gracias por convertirme 
en lo que soy.

Nunca podré devolverte el 
esfuerzo, esfuerzo sin medida, 
esfuerzo sin interés.

Te querré siempre... allá donde estés.