Hombre que tienes talento,
dime, ¿dónde lo compraste?
El mundo te reconoce
imaginación brillante;
pero, ¿cómo has adquirido
ese don tan admirable?
Tal vez cultivas las ciencias
y aun descubrimientos haces;
pero, ¿cómo has poseído
esa aptitud envidiable?
Por ventura te consagras
al cultivo de las artes
y alcanzas preciados lauros
en concurridos certámenes;
mas, ¿elegiste tú mismo,
porque estuviese a tu alcance,
esa facultad preciosa
que el mundo admirado aplaude?
Nada debes a ti mismo:
cuanto tienes, cuanto vales,
a tu espíritu ha venido
de un modo que nadie sabe.
Mas de quien viene sabemos:
del que es de las luces Padre,
Autor de las buenas dádivas,
que como quiere reparte.
Si todo lo has recibido,
de nada debes gloriarte.