Quiero escribir un poema
a una niña diferente
sonriente, dulce, buena
sencilla e inteligente.
Que se dio cuanta al nacer
que no era una niña mas
pero que su corazón
le ayudaba a superar.
La carencias que tenía
con ánimo e ilusión
por eso te escribo este
poema de admiración.
A la niña que nació
y no lloro al despertar
aunque tenía motivos
¡no era como las demás¡
A la niña que sonríe
y da gracias a la vida
a la niña que es humilde
y que sueña cada día.
Que amanece un vez más
y el sol brilla nuevamente
yo te juro, que a esa niña
le envidio constantemente.
Le envidio porque su alma
no conoce la maldad
le envidio porque es sincera
siempre dice la verdad.
Le envidio porque es alegre
su sonrisa brilla siempre
le envidio porque está en paz
es leal e inteligente.
A esa niña que te cuento
yo quiero siempre envidiar
pero aplícate a ti el cuento
por qué no estaría mal.