Chispitas De Amor
Una tarde de verano
con los almendros en flor
nos cogimos de la mano
y nos juramos amor.
Esa cara tan bonita
que con los rayos del sol
iba soltando chispitas
que ilusionaba mi amor.
Y esas chispitas divinas
se extendían por el suelo
dándole luz y color
a la flor de los almendros.
Mi corazón palpitaba
sintiendo cerca tu voz
y al unirse con el tuyo
se aceleraron los dos.
Que bonito era sentir
a la sombra de ese almendro
tu cara que me miraban
muy feliz y sonriendo.
Que bonito era notar
tus ojos en mi clavados
con ese brillo de amor
que nos estábamos dando.
Los almendros contemplaban
ese amor tan diferente
y brotaban de sus ramas
mas flores constantemente.
Porque, hasta a los almendros
se les noto la emoción
al vernos juntos, contentos
tan repletos de ilusión.
Y ese gran campo de almendros
inundado se quedo
de eso que tu ibas tirando
que eran, chispitas de amor.