Huye del Engaño

En mi afán por conocer
el porqué de los asuntos
es que logro comprender
los enredos de este mundo.

Enredos del ser humano
por obviar lo que es primero
cada día más se enlazan;
no quieren saber del cielo.

Si en lugar de en las tinieblas,
en la luz permanecieran
más felices vivirían,
libres, en paz, sin cadenas.

Al engaño y la mentira
echan mano sin reparo,
mas al final les espera
el dolor y el desengaño.

No conocen la pureza
que surge de la verdad,
prefieren vivir esclavos,
que amar la honestidad.

¡Cuánta tristeza produce
ver que son tantos los ciegos
caminando a la deriva
por no atender el consejo!

Mantengamos nuestros pasos
en la luz del Admirable,
clamando siempre al Señor:
“Que así como hizo conmigo
a esos también alcance.”