Crece Cristiano

Mira oh cristiano, la preciosa planta 
cuando tocando con su tallo el suelo
va creciendo, creciendo y se levanta
cual si quisiera remontarse al cielo.

Mira en su nido al tímido polluelo
cuando apenas batir sus alas puede
más crece y crece hasta un día en que
se atreve desafiar a las nubes con su vuelo.

Mira nacer tranquilo y rumoroso
al cristalino y plácido arroyuelo
que se convierte atravesando el suelo
en un río potente y caudaloso.

Mira al sol asomar por el Oriente
con una débil luz, radiante, bella
que va cambiando su fulgor de estrella
en lumbre diamantina y refulgente.

Y tú que tienes vocación tan santa
de vivir junto a Dios allá en el cielo
tú tienes que crecer como la planta
tú tienes que crecer como el polluelo.

TÚ tienes, como el sol, que ser ardiente,
iluminando minando con tu luz el mundo
como el arroyo que en el mar profundo 
vuelto en río desagua dulcemente.

Crece cristiano, crece, es tu tarea,
mira crecer a toda la natura;
tú tienes que llegar a la estatura
del inmenso Rabí de Galilea.