Sabor a Miel
Siento tu aroma,
aroma de deseo, aroma de pasión...
Ternura desprendida desde tu pecho.
Siento tu nombre, luz que me sorprende
abriendo una ventana desde mi corazón.
Siento tu voz, trémula y dulce
y tú respirar, cálido y fuerte
como te presiento yo...
Ciento tus besos, lejanos y tan dentro de mí
enredando mi sosiego, recorriendo mi paisaje,
recogido, sólo para unos ojos...
Y siento...miedo.
Y siento esta ilusión, éste renacer de vida
que mana desde tu alma, hacia mi interior
y doblega mi fortaleza y despierta mi letargo
y destruye mi nobleza y me anuncia algo amargo
de un futuro incierto, de unos besos retenidos,
de un amor enamorado que alimenta mis latidos.
Y presiento que algún día, cesará mi valentía
y lloraré la cobardía de perderte para siempre...
Pero sé que en algún lugar, lejos de mi tierra amada,
alguien me amó, con mirada enamorada.
Alguien me respetó
y respetó mi silencio y también mi llanto
y se fundió con un beso porque me quiso tanto.
Y tal vez no vuelva jamás
a sentir este agradecimiento
por todo lo que me has dado.
Y yo te aseguro
que aunque el tiempo pase
y lejano tu recuerdo
tenga lo amargo de la hiel,
seguiré saboreando
todo lo que me diste
y seguiré deseando,
en mi boca anhelante,
tu sabor...a miel.